Todas las decisiones que esperan
llevarse a cabo en tu vida, ¿están determinadas por creer que el tiempo, las arreglará solas?, ¿a cuántas cosas has
renunciado en tu vida, con la premisa “no se hace lo que se quiere, sino lo que
se puede?, ¿te has preguntado alguna vez, si tu manera de pensar te limita? Si empiezas a revisar tus creencias, a las que
me imagino, nunca has cuestionado, cosa muy común o esperada, ya que todo se te
fue inculcando siempre con la mejor intención, por tus padres, escuela, etc., y porque no nos enseñan a cuestionar nada. Si
te acuerdas, cuando eras un niño(a), y se te ocurría objetar a tu madre o
padre, alguna orden, porque te pareciera sin sentido o arbitraria, te callaban
o reprimían diciendo que era una falta de respeto, no porque tus padres fueran
obtusos, sino porque así los educaron a ellos igualmente. Entonces, ese
gusanito de polemizar algo, teniendo un punto diferente a los demás, se fue
callando poco a poco, hasta quedarse mudo. De manera que a estas alturas no se
te ocurre hacer controversia de nada, por respeto, timidez, sumisión o
simplemente porque lo aprendiste como incorrecto.
¿Pensarías
del amor lo mismo, si nunca lo hubieras aparejado como sinónimo de sufrimiento,
entrega ciega y dolor? Tus pensamientos
sobre el dinero, sexo, poder, amor, bondad,
trabajo, belleza, han determinado
muchas o todas las decisiones que has tenido que tomar durante toda tu vida
respecto a ellos. Elegiste amistades, amores, incluso tus hábitos, de acuerdo a
lo creíste o crees que era bueno, y descartaste muchos otros por catalogarlos
como malos. O sea, que todo tu mundo está determinado por definiciones sobre
algo.
Si no estás dentro del grupo de seres
afortunados que no han tenido decepciones amorosas, recordarás alguna
experiencia sobre qué hizo que sufrieras, ya sea porque las expectativas sobre
la relación no fueron satisfechas o porque te cansaste de dar y dar (porque sí
esperabas algo a cambio) de cualquier
manera, tus expectativas estaban forjadas en un modelo, bueno, si por un
momento dejaras de encuadrar tu relación respecto a ese molde, ¿pensarías lo
mismo?, ¿lo hubieras elegido al ver ciertas cosas que pasaste por alto al
principio? ¿Le diste importancia a lo realmente lo tuvo o eso lo viste después?,
y puede parecer muy simple o sin importancia, sin embargo, muchas reglas que
tenemos en nuestro entorno, cambiándonos tan sólo de país, o época, se permiten
o se abolen. Si todos somos seres humanos, partiendo del mismo origen, te darás
cuenta que las reglas las ponen hombres, variando de cultura en cultura, de
época en época, donde se aceptan sin chistar, que basaron su aceptación en la
opinión de uno o más personas, por las conveniencias que hayan sido. Las cosas
que son “bien vistas” cambian caprichosamente.
¿Y si? Al menos por un momento,
decidieras ver tus creencias y cambiarlas, en pos de tener una mejor calidad de
vida, por ejemplo. Que no creyeras más, que trabajar de sol a sol, sea la única
manera “correcta” de ganar dinero, empezando a permitirte más horas de calidad.
Si el pensar en ti, o dedicarte a ti más tiempo, no lo vieras como egoísta,
sino como necesario. Si empezaras a ver a las personas más allá de lo que
muestran, ¿tendría caso tanto adorno? Si decidieras que sólo tienes que caerte bien
a ti, y no sobreponer lo que piensan los demás para aceptarte, porque sólo
importa lo que tú piensas de ti. ¿No crees que tu vida sería más fácil, sin
culpa alguna? ¿Qué tipo de persona serías en la sociedad, cuando todo el
tiempo, te sintieras realizada y en paz? ¿Te importaría lo que hacen o dejan de
hacer los demás, sabiendo que tú haces lo que quieres hacer? Tú tienes ese
poder de decisión, solo implica recuperarlo y tomarlo. ¿No crees, que valdría
la pena, al menos intentarlo?
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