domingo, 26 de enero de 2014

La Herencia Maldita

La imagen que me devuelve el espejo, me es familiar, ¡claro! pensarían, es la mía, pero no me refiero a eso. En los ojos aparecen reminiscencias de alguien, tal vez cambia la mirada que definitivamente se parece a otra cara familiar. Empiezo a hacer mi lista de manías, a algunas le he tomado de verdad cariño. No en balde he vivido con ellas toda la vida, y definitivamente unas se han arraigado más que otras.  La tozudez,  seguro viene de mi padre y los abuelos.  El martirizante insomnio que me aporrea en algunas noches, tampoco le puedo dar mi autoría, lo peor fue cuando se juntó la terquedad de mi abuela con la curiosidad de mi madre, la temeridad de mi abuelo con la locura de algunos antepasados que “ya no regresaron del viaje”, al que a veces me parece que voy precipitadamente. (Fragmento escrito por mí  en agosto del 2011).
     Me pareció adecuado mencionar el párrafo anterior, porque simplemente le “queda” muy apenas a lo que voy a contar. ¿Tú crees que porque no te heredaron ni siquiera un duro,  alguno de tus antepasados, quedaste sin herencia? Déjame decirte que es una gran equivocación.  Ésta va más allá del color y forma de los ojos, de la estatura o tu estructura ósea, ni siquiera tu vocación se salva. Tal vez te parezca un cuento de terror o fantasía, pero después de leerme, puedes o no creerme, pero también lo puedes comprobar. No es algo que estoy inventando yo.
     Para que llegues a una familia en un momento específico, es porque el clan (tu clan) lo decidió junto con tu aprobación por supuesto, ellos eligen todo lo necesario: sexo, economía, fortaleza o debilidad, lugar geográfico, etc.,  para que cumplas lo que necesita tu árbol para reparar algún daño o ajustar un desequilibrio. Antes, mucho antes de yo saber esto, tuve un ligero atisbo cuando un día leí o me dijeron “los pecados de los padres se heredaran hasta la tercera o cuarta generación”; si, igual que tú, yo pensé ¿y qué culpa tengo yo (como diría Chayane), si yo no lo hice? Mi indignación fue tanta que no quise saber del tema, lo rechacé en automático y lo guarde un archivo muerto.  Claro, en ese momento, de la manera en que me lo dijeron (porque ya me acordé como estuvo ese asunto) con toda la manoseadera que le han echado a la biblia, pues sarpullido era poco lo que me provocaba, y solo pensé,  como en estos casos,  en las culpas.
     El proyecto o proyectos, como le han llamado en el Transgeneracional o la Psicogenealogía, son varios, le dan el sentido y dirección a tu vida, ¿te preguntarás por el libre albedrío? Yo también, y resulta que si somos optimistas, tenemos un 1% en nuestra vida. La buena noticia es, que se puede cambiar, todo depende de lo consciente que puedes llegar a ser, en todo lo que hagas y despertar (que sería el término más adecuado) para vivir únicamente tu propia vida.  El sentido de vivir para tu árbol, es sanarlo. No hay árboles sanos, porque vivimos en una sociedad enferma. ¿Qué es lo que enferma a un árbol, o lo que un clan quiere arreglar? Pendientes, es mentira que te mueres, y donde te quedaste, se acabó. Todo lo que no tuvo perdón o resarcimiento queda en deuda, para que un descendiente,  lo haga por él que lo generó, algunas de estas cositas son: deudas, fraudes, asesinatos, adulterios, infidelidades, separaciones, abandonos, suicidios, secretos no dichos como: abortos, violaciones, prostitución, en fin, todo aquello que condenamos y que causa un desequilibrio a nuestro árbol y/o  a otros, que generalmente se oculta. Pero como recita el dicho: “nada queda oculto bajo el sol”, todo tiende a salir, dos o tres generaciones después.
  
     Entonces llegas, con el proyecto sentido que te dio tu madre y/o padre,  aunque primeramente es la madre: ¿para qué te concibió? Arreglar su matrimonio o conseguirlo, para cuidarla, para no estar sola, para sustituir a un hijo muerto o perdido, qué sexo deseaba,  porque esto tiene, implícito una orden, que generará ciertas características en tu vida. Luego viene, si tienes o no yacientes o fantasmas. Buscando fechas, nombres repetidos, en tus generaciones anteriores, sabrás de quien llevas información. Esto, funciona así, tú al nacer en una generación más actual a la de tus padres o abuelos, que es donde se generó el desequilibrio, tienes más herramientas para lograrlo, de lo que tuvieron ellos.  Esto sería algo así como, cuando a uno le sucede algo y dice: “si otro gallo me cantara…”, refiriéndose a una segunda oportunidad para una situación específica; pues esto es, tú eres el otro gallo, recreas en tu vida una situación similar, dependiendo si lo que te toca es reparar, sería en sentido inverso: si hubo un hijo no reconocido o fuera del matrimonio, esta vida se la pasará buscado un reconocimiento público, tal vez se haga político, actor, u alguna otra profesión que sutilmente se relacione con el conflicto que se generó en las anteriores.
      El árbol como función tratará siempre de buscar el equilibrio, algunos están realmente tóxicos que le encargan a más de un miembro una sola carga, porque es muy pesada; incluso el sentido de algunos es ya no tener hijos (de manera natural, sin tecnología) para acabar con el árbol, con esto se puede explicar el por qué hay parejas,  que no pueden concebir sin ningún motivo aparente que lo impida. No todo lo que se hereda es malo o negativo, hay proyectos de “buena suerte” o que todo les sale bien; nada pasa por casualidad. Decía Jesús: “hasta los pelos de tu cabeza están contados”.
     El panorama pareciera desolador, pero cuando uno toma consciencia, las cosas cambian, te explicas muchas reacciones, situaciones que aunque no deseabas hacer, era imposible que las siguieras haciendo. Te das cuenta que esto no es tuyo.  Para esto es necesario que hagas tu árbol, revises fechas importantes repetidas de aniversarios, nacimientos, muertes, matrimonios, etc., en el clan. Para indagar de quién se está recibiendo información; incluso regresar el proyecto que  fue encomendado, una vez que es perdonado y comprendido, libre de juicios; liberando así al ancestro, a ti y a los descendientes que pudieran haberse implicado. Esto si uno quisiera cambiar su forma de vivir, sino, se puede seguir igual, pero hay un cambio favorable al dejar de reparar.
     Un ejercicio libertador es hacer el árbol, Jodorowsky dice, que quien tiene un árbol tiene un tesoro. Cualquier cosa que se salga de explicación, puede tener una, en él. Hay muchas técnicas para buscar esa información y hacer uso de ella, como el Transgeneracional, la Metagenealogía, Constelaciones Familiares, Hipnosis Eriksoniana, etc. Y bueno, nos queda empezar a concientizar que no hay secretos para siempre, que no hay cosas que no se pagan, que no podemos dañar a terceros, sin que alguien en algún momento lo tenga que resolver, claro, si no queremos que nuestros hijos sean los pagadores, ya sabemos que es lo que hay que hacer.



martes, 21 de enero de 2014

La arrogancia de la verdad absoluta

Ahora puedo empezar a comprender porque muchas de las cosas que me decían de niña no me cuadraban, simple y sencillamente todo dentro de mí,  se negaba a aceptar bastantes de ellas; dogmas, creencias, supersticiones, órdenes, tradiciones, costumbres,  por supuesto roles, y qué se yo.  Claro, me tocó nacer en un pueblito, ser mujer, bajo una familia más que tradicionalista, si se me olvida mencionar alguna característica, creo que  con esas son suficientes, para plantear mis circunstancias.  Muchas casi me producían  sarpullido, obviamente no podía ni siquiera mencionarlo, sin que se pararan los pelos a alguien o me acusara de cualquier cosa, traté de ser siempre muy “prudente” (defínase hipócrita)  por educación, aunque esto ya me quedo clarísimo que no es importante. Muchas de las cosas que me decían según mi percepción de la vida, me parecían antinaturales e ilógicas, pero no me quedaba más remedio que aceptarlo a medias, decía que sí, pero pensaba otra cosa.  Salvo que, siempre he tenido una obscura curiosidad, que me envía más allá de donde me quieren poner, no me canso, ni renuncio; entre menos información encuentre a lo que busco más me obsesiona.  Hay cosas que se guardan en la memoria, por mucho tiempo, esperando a ser   reactivadas más tarde o más temprano. Yo era, algo así, como: Si es cierto, compruébamelo. Muchas veces cuestioné mi falta de fe (no estoy hablando de religión), de querer saber los por qués de todo, y digo, era, porque como dicen: Él  que busca encuentra. Me tardé un poco, o un mucho de años, que ahora todo me parece que empieza a tener el sentido.
     Después de las barbaridades que aprende uno en la familia, siguen las de la escuela, donde encontré una de mis más grandes pasiones, las ciencias. Que si en aquel entonces, me las hubieran enseñado de otra manera, jamás las hubiera dejado, pero como un gran amor ni se olvida, ni no sé qué, me lo volví a encontrar, bastó con husmear un poco, meter la nariz en algún libro, alguna teoría y creo yo, que ahora con la gente indicada para saber lo que quiero.
     ¿Por qué todo este rollo?, bueno, tiene una gran explicación de lo que quiero exponer. Como, de lo que quiero hablar ahora es del observador, ese que en el método científico es el que mide, pesa y comprueba, pero con una pequeña variante. Nuestro laboratorio es la vida (pequeño detalle omitido) y que siempre, siempre, invariablemente hacemos eso en cada instante vivido. Así que con la información a medias, nos convertimos en jueces todo el tiempo, y lo más importante de todo esto, es saber que no comparamos algo con algo desconocido,  nuestro rango de medición va a estar preestablecido (que son las reglas que ya nos han dado) automáticamente, todo es dual y comparativo: grande-pequeño, malo-bueno, frío-caliente, etc. Y depende del que está midiendo (exclusivamente) que se da un resultado, porque lleva implícita su percepción, que ahora está comprobadísimo que altera el resultado de acuerdo a sus expectativas.
     Una vez, me entró una de esas obsesiones por algo,  convencí a mi mamá que me comprara una ouija, estaba loca por probar y comprobar todo lo que se decía al respecto. Pues bien, mi euforia no duró mucho tiempo, lo empezamos a jugar, mi hermana, mi prima y hasta mis tías. Estas últimas creyeron que era como una cartomanciana en casa, empezaron a hacer preguntas que no sabía de qué se trataba porque la pregunta era mental; y aquí mi desencanto: la ouija no quería moverse si yo no la jugaba y mis tías empezaron a usarme, por decirlo así; hacían sus preguntas (que yo no conocía nunca) pero que lo que yo pensaba, era lo que se contestaba una y otra vez. Me decepcioné, no entendía, por qué tenía que aparecer lo que yo pensaba, sin hacer trampa. Simplemente  me negué jugarla más. Ahora entiendo que yo al ser el observador, modifiqué el resultado con mis expectativas, si en la escuela me lo hubieran enseñado así, incluso habría sacado provecho del asunto.
     La percepción que cada uno tenemos, nos lleva a vivir de una u otra manera el mismo evento, llámese condición económica, accidente, salud, pareja, trabajo.  Para muestra un botón: cualquier persona en el mundo va a tener simpatizantes y gente que no  la tragará ni porqué sea lo único que tenga que comer. ¿De qué depende? ¿De ella? ¿De los otros? De la información. Y esta información la codificamos de forma muy personal, en base a ello, nos asociamos compartiendo parte de una misma información particular que se conforma después en colectiva, aunque sea un solo dato el que nos junte. Podríamos unirnos por nuestras preferencias gustativas, orígenes culturales, ubicación geográfica, ideas políticas, en esto hay todo un universo, que compartir, pero esto todo mundo lo sabe.   Lo que no nos informaron fue que se puede programar y desprogramar todo, a nuestra conveniencia. Lo cual es muy importante saber, así no te encontrarás con datos que estropeen tus proyectos, porque cuando llegues a un callejón sin salida, simplemente cambiarás el chip para seguir adelante.
    


     

jueves, 2 de enero de 2014

Entre uvas y calzones.

Este fin de año, habrás corrido a comprar el calzón rojo o amarillo, las uvas,  las maletas nuevas y todo lo que vienes haciendo los años anteriores, que si estrenar, que si barrer, etc. Depende de cada país, ciudad, colonia o familia, que tradicionalmente carga sus fetiches y se esclaviza con ellos, muchas veces de manera irracional e inconsciente, porque ni siquiera se ponen a pensar en lo que significa o simboliza lo que están haciendo. De dónde viene, por qué y para qué.
      Nos pasamos la vida haciendo rituales, con fines muchas veces oscuros, ocultos,  en los cuales necesitan de nosotros para que tengan efecto. Si lo dudas, piensa en cualquier evento en el que hayas participado, hayas tenido que ir a algún sitio especial, con cierta indumentaria, objetos específicos, fechas, horas y encontrarás que sí, así es, la mayoría son iniciaciones.  No estoy diciendo, que esto sea bueno o malo, de hecho nuestro  a nuestro inconsciente no se le puede llegar de manera directa, este es uno de los modos, con rituales, simbolizando, actuando, simulando. El caso aquí es, que cuando lo hagas seas de completamente consciente de qué y para qué lo haces. Alejandro Jodorowsky, creador de la Psicomagia, que es una técnica que utiliza con fines curativos, dice que cada quién puede crear su psicomagia. La cosa funciona así, cada individuo, le imprime un poder, al identificarse con algo, sea un objeto, una situación, una época, etc. Para mí una flecha comprada en el mercado puede ser que simbolice la forma en que me defiendo en la vida, para alguien ajeno, es una simple vara, el significado que le das, lo que para ti representa es lo importante.
     Has pensado en algún momento, por qué las pláticas motivacionales son efímeras, ese efecto eufórico y motivador, no lo puedes mantener contigo sólo por escucharlo, a la mayoría les llega y les convence el mensaje, pero a una minoría realmente le funciona,  de acuerdo al objetivo de la conferencia en sí. Porque cualquier conocimiento no te sirve mientras se quede en teoría, se necesita pasar a la práctica, no haciendo ciertos ejercicios, sino integrando esa información de manera más densa en ti. Similar a cuando estudias física o matemáticas, mientras no le encuentres una aplicación particular en  tu vida, terminarás olvidándolo, muchas veces sucede que esa aplicación llega mucho tiempo después, cuando asimilaste algún otra pieza faltante sin la cual no podías dar el paso siguiente. La ventaja es que la información no se pierde nunca. Pero podemos ayudarnos siendo más conscientes con nuestros actos, nuestros sentimientos, sabernos, entendernos y luego entonces podremos iniciar lo que sea que queramos cuando queramos.