Deseo de todo corazón que
éste sea mi año, y el tuyo ¡también!,
por allí se dice que con la intención basta, pero mi experiencia me confirmado lo contrario, tal vez en
personas muy disciplinadas, pueda suceder, pero seguro, no en mi caso y si tú
eres como yo, y la mayoría de la población; tal vez empecemos por hacer algo diferente
este año, para qué al final termine con otro saldo.
“Si
quieres resultados diferentes, no hagas siempre lo mismo”
Albert
Einstein.
Año con año, caí en lo que hace la mayoría,
con una lista general, tal vez sólo verbal (pensada en el momento que tenía las
uvas en la mano) o si me había tomado la
molestia de escribirla, olvidada en algún cajón o dentro de un libro; mi año
iniciaría con gran entusiasmo pero nada más, sin tomar riendas del camino por donde iba, o
presa de mis ocurrencias momentáneas, no
sé si me entiendas, el destino, o como le quieras llamar, la iba dirigiendo,
pero no siempre teníamos los mismos objetivos, para mi desgracia. Y ¡éste es el punto! Yo creía en un
destino pre-escrito, una suerte buena o mala que estaba fuera de mi
alcance, a lo cual yo tendría que
sumisamente (porque no me quedaba de otra) aceptar lo que llegara.
Así
que decidí hacer algo diferente, hice un borrador de más o menos qué quiero, al
llegar al fin de año, reuní en una lista de deseos incumplidos, proyectos
inconclusos o fracasados, que corregí hasta que no me acordé de nada faltante,
la leí y la rompí dando por cerrado todos esos ciclos no concluidos. Hice una
limpieza mental, para que no me estorbara. Empecé a investigar a algunas personas
exitosas, consejos de aquí y de allá, para escoger lo que se adapta a mis
necesidades y empezar.
¿Por qué no se logran las
metas?
Según
las estadísticas, el 80 por ciento de las personas no logra lo que se propone,
después de unos días se empieza a perder el entusiasmo, la motivación y termina
con un sentimiento de fracaso, que se traducirá más adelante como una meta
imposible.
“No
hay metas imposibles, sólo metas improbables”
Primero
lo importante es tener claro qué deseamos iniciar o cambiar, el para
qué queremos hacerlo, esto es lo más importante, porque si tu objetivo es
porque quieres agradar a alguien, para tener aprobación de otros, porque
alguien te lo pida, es muy probable que termine perdiéndose la motivación al no
ser propia.
No tener un plan o
estrategia, es un pase
directo al fracaso. Si no tenemos claro de qué manera vamos a lograrlo.
Nos ganaría la indisciplina y la falta de constancia.
Fecha de inicio y
finalización. Si tú no pones por escrito cuándo vas a
empezar y en qué tiempo o fecha quieres lograrlo. Puedes sabotear fácilmente el
objetivo, dándole largas para iniciarlo, con justificaciones que te van a
sobrar. Donde tenemos claramente una
falta de compromiso, porque tu intención de lograrlo es muy débil y/o
porque inconscientemente tienes miedo a
triunfar o fracasar, si te está pasando algo parecido, convendría que te
preguntaras, ¿qué ocurriría si lo
lograras o si fracasaras? Y pudieras así, saber a qué te enfrentas para
poder darle una respuesta, si quieres conseguir tu deseo.
“La
mejor manera de lograr algo, es dejar de hablar de ello y empezar a hacerlo”
Walt
Disney.
Iniciemos…De
todo lo que vi y leí, elegí lo que me pareció mejor, más fácil y cómodo para lo
que quiero lograr, incluso revisé algunas apps, que me parecieron muy buenas,
pero que no se ajustaban a mi proyecto, pero igual puedes apoyarte con alguna
si te parece más conveniente.
Hagamos
la lista, recomiendo que sean varias por áreas, como salud, familia, trabajo y
dinero, social o las qué necesites, para
que puedas enfocarte mejor, revísalas
hasta tener objetivos claros y definidos,
recuerda pasarlos por el filtro de la
pregunta ¿para qué? lo siguiente será
hacer un orden de prioridades, para que tu lista tenga una lógica adecuada,
puede ser que algunas de las metas sean previas a otras, algunas pueden tener
conflictos de interàs o te sean más fáciles de iniciar, otras tienen tiempos
específicos como las vacaciones en alguna fecha designada, en fin, invierte el
tiempo que necesites, con miras a que puedes ir modificando de acuerdo a como
vaya evolucionando el proceso.
Una
vez confeccionada, vamos a introducirla a la vida que ya tienes, acuérdate que
somos animales de hábitos, así que llego el momento de revisarnos y tomar decisiones.
Haz reseña de tus hábitos hasta hoy, qué haces desde que te levantas todos los
días, lo más detallada posible, y si uno de tus objetivos tiene que ver con la
dieta, también agrega tus hábitos alimenticios. Esto es muy importante, porque
para introducir un hábito nuevo, algún otro tendrá que salir o modificarse. Con
el mapa de tu vida en la mano, es el momento de tomar decisiones, te darás
cuenta qué cosas no son negociables, cuales puedes modificar o puedes prescindir
de ellas sin mayor esfuerzo, compara lo que quieres con lo que has estado haciendo,
te darás cuenta que tendrás que hacer canje en algunos hábitos, algunos incluso
te pueden servir de apoyo para otros. Tienes que hacer un nuevo horario, que parta
de todo lo que sabes que haces, e intercalar lo nuevo, porque alguna de tus
metas la tendrás que efectuar puntualmente en cierto momento del día, que si no
se hace, después ya no lo podrás lograr y sería un día perdido. Con esto
evitarás situaciones imprevistas que te alejen de lo que quieres.
Elige
qué metas son sólo implementación de nuevos hábitos, empieza por acomodarlas en
los horarios o actividades que ya conoces de tu lista de hábitos viejos. Tendrás de antemano dónde va a ser más fácil
ponerlos para lograrlo.
Las
que son un adonde quieres llegar, divídelo en varias metas, por ejemplo, si
deseas tener un peso específico para una fecha, divide el tiempo y asigna un
plan por etapa, al tenerlo seccionado, y
si tu objetivo es grande, no te sentirás en estrés por ver la meta muy lejana,
te enfocarás en la de tu primera etapa y así consecutivamente, cada que tengas
un logro de llegada a un punto, prémiate, irás ganando confianza en ti. Otra cosa, hazlo de la manera en que más te
guste, no elijas actividades, que de entrada te disgustan, porque será
doblemente difícil. Si se trata de hacer ejercicios, busca el que más te
agrade, todos son buenos, pero el ideal es el que te gusta a ti. Igual si es
leer, no empieces por lecturas difíciles, mejor busca temas de tu interés.
Al
tener frente a ti, como hayas diseñado tu proyecto y el camino para llegar a
lograrlo, será mucho más fácil. Lo podrás revisar, modificarlo cuando consideres, mantenlo donde lo veas todos los
días. Apóyate en las personas que sean
afines a tus objetivos y evita las que no lo sean, puede parecer lógico, pero
no se le da la importancia necesaria y es una manera de sabotearte inconscientemente.
No lo olvides, mantenerte enfocado en el objetivo y su intención. ¡Éxito!
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