martes, 30 de agosto de 2016

Lo difícil de lo fácil

Habrás escuchado alguna vez la frase: “ los toros se ven mejor desde la barrera”, para referir que a un problema no se le aprecia de igual manera cuando estás dentro de él, pero tomar distancia es una cualidad casi inexistente en cualquiera , si no ha llevado un entrenamiento consiente para lograr ver su propio conflicto en tercera persona. Piensa,  ahora mismo, si te preguntaran cómo resolver los problemas de la gente que te rodea: amigo, amiga, pariente, vecino, etc. Sabes exactamente que debería hacer el uno o la otra. Y darte cuenta que uno mismo batalló de sobremanera para encontrar una solución personal aunque lo tenía frente a su nariz,  que lo pudo ver cuando alguien se lo señaló, o caso contrario, todos te lo dicen y tú eres el que no lo quiere aceptar así. Esto es muy frecuente, porque cuando ves las cosas desde el mismo lugar siempre se ven igual, es como si te pusieras a ver el paisaje desde una ventana, la vista cambiará hasta que cambias el ángulo de observación.
     Además de esta general forma de ver las cosas, agreguemos otro punto importante: si no hemos solucionado eso, que parece tan fácil, es porque hemos dado con nuestro talón de Aquiles, deja te lo explico de mejor manera. Así como aprendemos a desarrollar talentos, cualidades,  que creemos que son heredadas, o nos hace privilegiados o especiales, también cultivamos lo que llamamos fallas o errores (aunque te parezca difícil de entender) tenemos “defectos” de fábrica, manías, fobias, olvidos, etc. Indetectables a nuestra  primer mirada, ya que sólo damos por defecto aquellos que son físicos y los otros ni siquiera nos damos cuenta de ellos,  los tomamos como simple mala suerte, no era el momento, o simplemente eso no era para mí.
       Estos  pequeños defectos de fábrica, los consideraremos así, porque nos juegan malos ratos o nos impiden llegar a nuestras metas, están condicionados por miedos, traumas que mayormente vivimos en los primeros 7 años. Claro, algo que a los 2 años no comprendías , te llenaba de temor o angustia, y tal vez lo evadiste, ahora de adulto si vieras el contexto  original del shock, no te causaría ni miedo, ni nada; salvo que para tú inconsciente, se guardó como un gran peligro, y cada que te acerques a él (se recree una historia similar), se disparará tu mecanismo de defensa, el que hayas desarrollado en ese entonces, porque está tratando de protegerte y es automático, como un reflejo.   Y no sólo guardamos uno, sino varios generalmente, además le añadiremos la supervivencia de la familia, a qué era lo que como familia nos enfrentábamos, o vivíamos como cotidianidad, la falta de dinero, de comida, de atención o todo lo contrario los excesos. Cosas que fueron formando nuestra personalidad y muy importante: la resolución o la fabricación de problemas.
      Dentro de este paquete, de cualidades y fallas, también añadimos nuestras verdades (lo que nosotros vivimos como real), por ejemplo, una persona que creció en una familia adinerada y desintegrada, probablemente le sea muy fácil ser exitoso en lo que a economía se refiere, pero va a fracasar cuando quiera armar una pareja o una familia; o incluso puede anudar que el dinero era el causante de la desintegración, así que se alejará de lo que lo lleve a tener un éxito económico porque cada vez que él se acerque a un trabajo o negocio bien remunerado, a recibir una suma de dinero, su instinto de supervivencia (que en este caso cree proteger la estabilidad familiar) no lo dejará llegar, puede que se enferme  o no pueda llegar y pierda la oportunidad laboral,  o acepte un buen sueldo, pero le ocurren gastos imprevistos, lo cual a él lo mantendrá en su zona económica de confort,  no podrá rebasar ese límite,  si lo trata de hacer su mecanismo de defensa actuará rápido dando una solución para que no salga de ese entorno.
     Tal vez ese mecanismo sea obsoleto, para tu forma de pensar o de vivir ahora, pero tu inconsciente todavía no tiene esa información. No está actualizado tu software. Así que hagas lo que hagas para llegar a esa meta donde te auto-saboteas,  no lo lograrás y ni siquiera lo sabes. He aquí el meollo del asunto,  para corregir esa falla, tendrás primero que RE-conocerla, sólo así sabrás a lo que te enfrentas,  tendrás que observar-TE, algo que generalmente no hacemos, ir descubriendo  qué  pasa cuando te encuentras casi logrando esas metas que te son difíciles o incluso imposibles de lograr, hasta que encuentres un patrón. Esté predecirá la manera en la que te comportas y entonces podrás armar una estrategia.  Será más fácil aún,  cuando descubras el origen de ese reflejo automático que creaste siendo un niño, ya que aparece para resolverse,  no para hacerte la vida imposible, si lo puedes ver de manera diferente a lo que lo viste cuando se formó, lo comprendas y le des otro sentido, tu software se habrá actualizado y ese error ya no será una respuesta automática.
    Comprendes ahora porque, aquello que te parece tan fácil, que tu amiga tiene que hacer, o dejar de hacer, y  no entiendes porqué le cuesta tanto trabajo llevarlo a cabo, aún cuando ya ha tomado la decisión de hacerlo. Incluso piensas que pudiera no ser muy inteligente por eso, pero estos automatismos están más allá de la preparación o coeficiente intelectual poseas. Digamos que es el examen final, estás atrapado en un grado específico, no lo has podido pasar porque es tu “coco”, y llega ese último examen que tan solo pensarlo te causa nervios, puedes incluso no hacerlo, desertar,  a sabiendas que no avanzarás, pero seguirás viviendo lo mismo hasta que  tarde o temprano, estarás en la misma posición,   tendrás que enfrentarlo para avanzar y no seguir en el mismo escalón.

     Hay muchas maneras o técnicas para empezar a RE-conocerte, pero el primer paso es querer hacerlo.   Desde empezar a observarte, curiosear de otra manera tus gustos, tus decisiones, tus comportamientos; tomar cursos, etc. Puedes necesitar varias o sólo una metodología, en fin todo depende de ti. Así que cuando te enfrentes a “eso” que quieres hacer y no has podido, es el examen final de un nivel que ya completaste.

1 comentario:

Martha Villa dijo...

Interesante... Todo empieza con el primer paso.
En hora buena, siempre adelante. :D