sábado, 31 de enero de 2015
domingo, 25 de enero de 2015
viernes, 16 de enero de 2015
viernes, 9 de enero de 2015
Compartir es crear.
Me imagino que tu concepto
de crear no difiere del que yo tenía hasta hace un poco tiempo: necesitas
inspiración, material de trabajo, espacio y muchas ganas para hacerlo. Pues
permíteme abrirte una pequeña ventana para que lo pienses de otra manera.
Nosotros somos energía, siempre en movimiento.
Nos vemos como algo sólido porque nuestros sentidos son muy limitados para
poder captarlo. Desde que gestamos un pensamiento, ya sea por un recuerdo o una
idea, empezamos a vibrar de acuerdo a la emoción que nos provoque dicha idea. Por
ejemplo, si vemos una foto o nos
acordamos de un viaje, inmediatamente nos llegan sensaciones que archivamos, de
agrado, felicidad o todo lo contrario, nos pone inmediatamente en un estado de
ánimo, que si no sabemos manejarlo, podrá quedarse para nuestro bien o mal todo
el día.
Bueno, cuando nos llega una idea o
creencia muy determinante sobre algo, nos emociona, para explicarlo mejor
imaginemos un ejemplo de esto, en una
manera positiva. Tienes una preocupación sobre los jardines de tu colonia o
ciudad, de pronto te viene una idea sobre algo que pudiera mejorarlos, te
emociona el hecho de imaginarlo realizado, y en la próxima reunión o con las
personas que interactúas les empiezas a contar de eso, tus oyentes se muestran
entusiasmados por esa idea y uno o más de ellos, la comparte con otras personas.
Esto es lo que se llama resonancia,
entre más personas se “contagien” con tu mensaje, le estarán impregnando energía,
haciéndola cada vez más grande (aunque no la podemos ver), tal vez tu mensaje ha ido tan lejos que más personas
no sólo están de acuerdo, sino que también les gustaría que fuera realidad y
hablan sobre ello. No sería muy descabellado que la resonancia fuera ya tan
grande que de pronto, aparezca una convocatoria donde se le puede incluir como
proyecto. Ya se puede pasar a la acción entonces, aunque tú, no lleves el
proyecto, probablemente otra persona con la misma resonancia que la tuya captó
esas ideas (que déjame decirte, a nadie le pertenecen, somos sólo antenas
receptoras) mete el proyecto y se logra materializar, después se copia y se
lleva a más lugares.
Este es un ejemplo de algo usado para un
bien común, pero como estamos un poco educados y predispuestos a ser la víctima
del cuento, porque es muy “admirable”, entonces alguien se consigue a otro para
quejarse de lo mal que funciona el servicio médico (por ejemplo), éstos
encontrarán con su resonancia más personas con más quejas, al rato se sienten
con mucha razón, y la tendrán; porque eso es lo que ellas estarán creando, no
sólo escucharán más quejas, suficientes para hacer un sindicato o marcha de
quejosos, sino que también conseguirán encontrar más razones para estar quejándose.
Porque de acuerdo a la Ley de la Vibración, no podrán coincidir con los buenos
médicos, éstos mágicamente les tocan a otras personas (las que no se quejan),
ya que se encuentran resonando en otra frecuencia. Es como si viviéramos en
canales, unos sólo estamos enchufados a uno, otros a otros, pero no se pueden
ver dos canales a la vez.
Así que desde tu casa, sin un solo peso de
inversión, sin mover ni siquiera los ojos, puedes empezar a cooperar con un
mundo más a tu gusto. Sólo pon atención a lo que te gustaría que sucediera, y
anula cualquier emoción a lo que no te gusta. No compartas cosas desagradables,
si no quieres que éstas tengan el poder de materializarse más, o cerca de ti.
Recuerda que cada que sale una palabra, estás haciendo una In-vocación, con una
voz, tal vez no pase nada, pero cuando
muchas repiten lo mismo se le da realidad. Esto nos pasa muy a menudo con las
ventas de pánico, las enfermedades virulentas, crisis, etc. Antes de darle u
like a algo y compartirlo con tus amistades o en tu muro, medítalo, ¿es algo con
lo que te gustaría que creciera? Ojo, cuando ves una mala noticia, que te
indigna, te hace sentir mal, y la compartes. Lo que estás compartiendo es esa
emoción de ira, frustración, mal humor, que es una resonancia muy baja. Cuando
uno está vibrando dentro de esto, sólo puede atraer más de lo mismo. No te
vayas a confundir, creyendo que entre
más gente indignada se puede hacer algo bueno, la ira puede ser una magnífica
energía creadora si se le da una buena salida, pero eso requiere de otro factor,
que generalmente no queremos tener: responsabilidad. Responsabilidad sobre lo
que pienso, hago y digo. Tenemos mucho que aprender, y elegir conscientemente
es el primer paso.
lunes, 5 de enero de 2015
Y de nuevo, otro año!!!
¿Cómo iniciaste el año? ¿Te
vestiste de rojo, de amarillo, diste la vuelta a tu casa con maletas, estrenaste
algo, comiste uvas, barriste o cualquier otra cosa que suele acostumbrarse?
Tengo que confesar que durante muchos años me era una situación irrisoria, lo
tomaba como simple superchería, no le encontraba el sentido, de cómo algo de un
color o un acto va a modificar o “determinar” mi destino. Mi manera de pensar
de estructura muy lógica, sobre todo, entender
el cómo funciona algo, sin explicación alguna no me lo permitía, simplemente
porque las cosas que se llaman “costumbres” pasan a ser meros actos
conductuales, sin cuestionamiento alguno, tomando una esperanza aferrada en una
intangibilidad llamada fe. Por azares
del destino, con eso de que me gusta
curiosear, meto las narices a un tema y este me lleva a otro y así,
sucesivamente. Pues un día encontré la explicación de esto, y por qué funciona
o no.
Resulta que nuestra mente o lo que creemos
de ella, no es una sola, y para evitar entrar en tecnicismos y palabras de
pronto no comprensibles, vamos a dejar sólo que tenemos un consciente que es el
que tú conoces aparentemente de ti, y otro que está dentro de ti pero
desconocido, el inconsciente. Nuestro inconsciente está formado por lo que
vamos grabando desde que nacemos hasta aproximadamente siete años. Si nos
comparáramos con un ordenador, sería uno nuevo de paquete, y nuestras creencias
familiares, dramas vividos, experiencias satisfactorias, reglas de nuestro
entorno, deseos familiares para nosotros, etc. serían las aplicaciones o
programas que nos instalaran. Éste personaje, llamado ego también, es un
procesador muy rápido, reactivo completamente, automático, su fin es
protegernos, para esto, todo lo que le represente peligro lo desechará o impedirá
que te acerques a él. El consciente es más lento, puede analizar una situación
y descartar que ya no sea problemática, después de un pensamiento lógico, sin
embargo, la toma de decisiones por rapidez las hace generalmente el ego. Por ejemplo, cuando tú deseas perder peso, y
decides dejar de comer, el inconsciente no sabe, si lo haces por entrar en una
talla más pequeña o porque estás pasando una época de hambruna, automáticamente
empezará a ralentizar el metabolismo para ahorrar energía, su ingesta de
calorías se adaptará a su nueva demanda, el peso que se perdería sería muy poco
y al cabo de un tiempo sería nulo. Porque él está protegiéndote de morir de
hambre, él no asocia la comida con la gordura o la delgadez, es un simple acto
de sobrevivencia.
Independientemente del tipo de deseo,
monetario, romántico o cualquier otro, tendrías que hacer un pequeño trabajo
interior, descubrir si tu consciente y
tu inconsciente están de acuerdo. Para saber si hay algún bloqueo que te impida
lograrlo, sin llegar a la hipnosis y palabras mayores, una de las formas de
llegar al inconsciente es por medio de un ritual, aquí entra la lógica de esto,
el inconsciente reacciona a los símbolos de manera muy exitosa, salvo que hacer algo que a ti no te signifique
nada, no te sirve. De ahí, que no son infalibles, los rituales que ya existen, y que
muy probablemente aparecieron con esa intención. Alejandro Jodorowsky, creador de la
Psicomagia, como método terapéutico, basándose en la historia personal del
consultante, mezcla una escenificación teatral, con el tarot y personajes,
jugando con los conflictos de la persona de manera desenfadada y atrevida para
romper con este tipo de programaciones.
Como ya tampoco le veo efecto (al menos
de manera personal) a fechas preestablecidas por otras personas que ni conozco,
te sugiero que puedes empezar a hacer tus rituales personalizados y montarlos
cualquier día, cualquier fecha que para ti sea más significativa, que la
marcada por el calendario o la mercadotecnia. Mucho cuidado con incluir la voluntad de
terceros en esto, acuérdate: Dios no cumple antojos, ni endereza jorobados.
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