Estas últimas semanas las redes
sociales han estado saturadas o muy permeadas de noticias sobre las manifestaciones
en Venezuela, y alternativamente en algunos otros países. La atención volcada del medio artístico,
deportivo y demás personajes públicos, ha generado opiniones a favor y en
contra en nuestro México lindo (que es de dónde escribo). He leído comentarios,
todos comparando, las marchas de la oposición aquí y allá, en los medios de comunicación por sus comentaristas, cuando se hacen aquí en México
totalmente descalificadas, siendo para ellos un acierto como está sucediendo en
Venezuela. Otros, lamentado el apoyo de los personajes públicos a dicha manifestación,
con celos, porque no se nos toma de la
misma manera, y más dimes y diretes que desvían el punto focal del conflicto
hacia situaciones pueriles.
Razones personales me
vinculan a este país hermano, por lo tanto, la información que me llega no es sólo la
filtrada por el amarillismo de los noticieros, sino de boca de personas
cercanas a mí, que además no sólo están
involucradas, sino afectadas directa o indirectamente por este conflicto. Venezuela,
en los últimos quince años, ha tenido un número cada vez más grueso de emigración,
hacia diferentes países. No siendo incentivados en su mayoría, por perseguir el famoso “sueño americano”,
como es la mayor motivación entre nuestros emigrantes. Es sabido, por los que lo
han querido (porque hay un gran número de ignorancia al respecto) que el principal
motivo del éxodo venezolano fue el
Imperio Chavista, dictadura Castrista y castrante disfrazada de socialismo y
patriotismo, siguiendo el modelo creado por Fidel. Donde la idea es lograr
cubanizar a Venezuela, no sólo por la invasión de cubanos, sino también
convertir a su pueblo en una copia de
Cuba. Donde el socialismo (empobrecimiento) sólo se aplique a sus habitantes
comunes y corrientes, porque los mandatarios de un nivel hacia arriba, puedan
vivir el capitalismo al mero estilo Rockefeller dentro y fuera del país. Motivo
más que suficiente para salir, y no quedarse a sufrir el deterioro económico, social y
cultural al que llevó con gran éxito el Comandante Chávez, que continúa con
mayor rapidez su peregrinar hacia el resquebrajo total del país, su heredero:
el presidente Maduro. Acabando cada vez más las oportunidades que tenían los jóvenes y no tan jóvenes profesionistas,
por no estar de acuerdo con la política implementada, que “favorece” a la gente
que no le gusta trabajar, estudiar o cualquier otra forma de desarrollo,
llenando de parásitos cualquier espacio productivo.
El comportamiento
fuera del país, es diferente entre los emigrantes de aquí con los de allá; los
nuestros, empiezan a buscar amalgamarse a su nuevo hogar, los otros están
pendientes de cada noticia con la esperanza de que todo cambie y regresar. Unos emulan, copian, adquieren todo lo nuevo
para lograr ser uno de ellos, los otros se mantienen extranjeros el tiempo que
les sea necesario o siempre. Por eso, el movimiento rebelde de levantarse
contra el gobierno, hizo eco en cada uno de los desperdigados, alistándose de inmediato desde
su recóndito sitio, su nueva familia,
los compatriotas encontrados en su mismo domicilio, los amigos adoptados, y sus
conocidos. Sacaron de sus casas las banderas guardadas que servían de
recordatorio, para no olvidar su patria. Se unieron, uno por uno, desde
cualquier punto con el deseo imperante de que su país sea nuevamente, el que alguna vez habitaron.
1 comentario:
Muchas Gracias Haydee, tu comentario me emocionó y tu apoyo me conmovió. DIOS bendiga tu pluma y veo que estás focalizada en la objetividad de lo que sucede en mi pais, yo soy uno de los defensores de mi VENEZUELA, rechazo el CastroComunismo y Dictadura implantada en estos momentos donde los asesinatos a jóvenes manifestantes están a la orden del día y ejecutados por los organismo represores financiados por el ejecutivo.
La situación es verdaderamente GRAVE...........S.O.O.VENEZUELA
Publicar un comentario